«— No pienso irme hasta que me digas qué pasa.
— No es que pase nada. Somos...
— ¿Qué? ¿Qué somos?
— Solo amigos.
— No. No me cuentes eso a mí. No te atrevas ni a... Así no es como se trata a un amigo. ¿Besándome en la fotocopiadora? ¿De la manita por IKEA? ¿Follando en la ducha? Vamos, amigos mis pelotas».
No hay comentarios:
Publicar un comentario